La implementación de un sistema de gestión disciplinaria efectivo, está basado más en la disciplina preventiva que en la correctiva, he allí un factor clave para propiciar un clima laboral donde haya bienestar, compromiso y productividad. Dentro de este contexto es fundamental que las empresas establezcan un reglamento interno de trabajo claro y coherente, que se aplique de manera consistente en toda la organización. Además, es importante que los líderes de la empresa definan y comuniquen claramente las expectativas de comportamiento, así como los incentivos y consecuencias de cumplir o no cumplir con ellas.
El reglamento interno de trabajo
Es un elemento crucial para propiciar un buen clima laboral, ya que establece por así decirlo “las reglas del juego”. Por esta razón, es relevante asegurarse de contar con un reglamento interno de trabajo actualizado, alineado con la realidad que se vive en el momento presente. Al establecer políticas claras y transparentes, las empresas pueden evitar confusiones, malentendidos y conflictos innecesarios. Además, esto permite que los trabajadores puedan sentirse más seguros y confiados en su trabajo, lo que a su vez puede mejorar su rendimiento y productividad.
Un enfoque en la disciplina preventiva
Significa que la empresa invierte más recursos en la implementación y desarrollo de sistemas que fomenten la autodisciplina en los trabajadores. Para ello, es necesario invertir en programas de capacitación, desarrollo y mentoría que permitan a los trabajadores ajustar su conducta a las políticas, normas, reglamentos y procedimientos existentes en su lugar de trabajo. Para lograr un sistema disciplinario efectivo y sostenible se requiere dedicar tiempo y recursos para encontrar la respuesta a la pregunta de ¿por qué están fallando los trabajadores?, ¿cuál es la raíz de ese síntoma?. Sí, las faltas a la disciplina ya sea por omisión o comisión son un síntoma, no así la causa del problema.
De forma sencilla se podría decir que existen 3 razones por las cuales cometen faltas los trabajadores normales:
1. Porque no saben
En estos casos pregúntate: ¿Qué deben aprender? ¿Qué metodología utilizar? ¿Cómo aprenderían?
2. Porque no quieren
En estos casos pregúntate: ¿Qué se puede hacer para motivarlos, para que tengan interés? ¿Es 100 % responsabilidad del trabajador? ¿En qué % podría aportar la empresa?
3. Porque no pueden
En estos casos pregúntate: ¿Es un tema de habilidades? ¿Destrezas? ¿Competencias? ¿Qué puede hacer la empresa en estos casos? ¿Cambio de posición? ¿Reorganización de las funciones?
Únicamente cuando logres detectar el porqué de la indisciplina podrás proponer soluciones que apunten a una mejora continua y sostenible en el tiempo. Esto teniendo presente que debe existir un interés genuino por parte del trabajador en mantener su empleo y lograr una estabilidad laboral.
Entre los programas y políticas preventivas que se pueden implementar desde el departamento de recursos humanos para mejorar la gestión disciplinaria, se encuentran:
- Asegurar que en la inducción de bienvenida los trabajadores de nuevo ingreso tengan la oportunidad y la responsabilidad de conocer en detalle el reglamento interno de trabajo y el código de ética.
- Fomentar una cultura organizacional que promueva los valores de la empresa, el respeto a las normas y procedimientos establecidos.
- Realizar periódicamente un diagnóstico del clima laboral.
- Establecer planes de beneficios e incentivos que estimulen y refuercen el apego a las normas, procedimientos y a los valores de la organización.
- Fomentar un liderazgo que predique con el ejemplo, en donde los líderes de la empresa se conviertan en modelos de conducta a seguir.
- Habilitar espacios de comunicación a través de los cuales los trabajadores puedan expresar sus inquietudes y aportar ideas para mejorar el apego a las políticas, normas y procedimientos establecidos.
En resumen, la disciplina preventiva es una herramienta importante para promover un ambiente laboral positivo y productivo en una empresa. Para implementar un sistema de gestión disciplinaria efectivo, es esencial establecer un reglamento interno de trabajo claro y coherente, comunicar claramente las expectativas de comportamiento, y utilizar sanciones disciplinarias justas y consistentes como herramientas de mejora. También, para lograr una disciplina preventiva, sostenible y rentable en el mediano y largo plazo, es necesario invertir en el desarrollo de los trabajadores. Las empresas pueden coordinar desde el departamento de recursos humanos una variedad de programas y estrategias para mejorar el clima laboral y fomentar la autodisciplina, lo que contribuirá a mejorar la productividad y rentabilidad de la organización.
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