A inicioa de este año PwC indicó lo siguiente con respecto a los retos que enfrentarán las empresas en el 2022:
Esta pandemia creó distorsiones y cicatrices profundas en las personas y la sociedad, nos afectó la vida; desató, impulsó y dio origen a nuevas formas que afectarán nuestro futuro de forma importante en lo económico, social, político, tecnológico y muchas otras áreas. Un ejemplo de distorsión creada por la pandemia fue el hecho de que durante el 2020 se destruyeron más de 400 millones de empleos a tiempo completo según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta misma organización estima que un 93% del total de trabajadores del mundo condujeron su actividad laboral dentro de un modelo de cierres temporales, limitaciones y restricciones importantes durante el 2020 y 2021. Si partimos de estas 2 profundas distorsiones (entre miles) que originó la pandemia en los últimos 2 años, podemos entender por qué tantos médicos, economistas, sociólogos, científicos y expertos de industria anticipan que el 2022 será el año de “La Gran Incertidumbre”.
Continúa enfatizando que las áreas de preocupación que requerirán de acción en el 2022 están, entre otros:
El 93 % de los trabajadores en todo el mundo enfrentó interrupción súbita e importante en sus actividades diarias, que al ser aunado con la “Gran incertidumbre” provocada por el COVID-19 provocó en la fuerza laboral un cambio en su manera de pensar, llevándolos a replantearse:
Todo ello muestra inestabilidad y vulnerabilidad que pone fuera de balance el compromiso laboral en todo tipo de organizaciones.
“Nueve de cada diez ejecutivos entrevistados indicaron que su empresa está experimentando una alta rotación en sus equipos de trabajo y un 81% identifica esta situación como una seria limitante para el crecimiento futuro. En concordancia con ello, vale destacar que en otro estudio de PwC, conducido con Directores de Recursos Humanos (CHRO), éstos definieron que en el 2022 su prioridad número 1 será la retención de empleados.”
Es importante, partir de un hecho cierto, la flexibilidad dejó de ser un aspiracional para convertirse en norma.
Para paliar el impacto de la crisis y apoyar la recuperación económica se necesitan políticas salariales adecuadas y equilibradas, acordadas mediante un diálogo social sólido e inclusivo. En el futuro cercano, es probable que las consecuencias económicas y laborales de la crisis de la COVID-19 ejerzan una enorme presión a la baja sobre los salarios de los trabajadores. En este contexto, se requerirán ajustes salariales adecuadamente equilibrados, que contemplen los factores sociales y económicos pertinentes, para salvaguardar los empleos y asegurar la sostenibilidad de las empresas, al tiempo que se protegen los ingresos de los trabajadores y sus familias, se mantiene la demanda y se evitan situaciones deflacionarias. Los ajustes de los salarios mínimos deben equilibrarse y calibrarse cuidadosamente.
Los efectos más adversos de la crisis se han hecho sentir en el salario de las mujeres y de los trabajadores con remuneraciones más bajas.
Es la cuantía de dinero en moneda de circulación legal, que recibe un trabajador por el trabajo que haya efectuado en determinado periodo de tiempo o de manera periódica.
Se entiende como los incentivos no monetarios que reconocen los logros de los trabajadores y destinados a satisfacer sus necesidades de tipo personal, familiar y profesional, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y la de su grupo familiar (Universidad de Medellin, 2013, como fue citado por Torre, J).
¿Qué opinas del interés que muestra cada generación en diversos beneficios? ¿Cómo podrías aplicar estos conceptos?
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