M5-L1. Contexto

El Design Thinking nace en 1969 con Herbert Simon quien combinó extraordinariamente bien el pensamiento analítico, el fragmentar las ideas y, por otro lado, construir ideas, definiendo así el diseño, como el transformar las condiciones existentes en otras preferidas. (Mootee, 2014. p. 29)

Sin embargo, antes de 1969, Thomas A. Edison, construyó más de 1,000 prototipos; los probó muchísimas veces hasta que finalmente  funcionó la bombilla eléctrica.

En este módulo sugerimos la utilización de esta herramienta, por ser sencilla, fácil de acceder, de comprender y de aplicar para fomentar la solución de problemas, la creatividad y la innovación estratégica.

“El design thinking es una búsqueda de equilibrio mágico entre los negocios y el arte, la estructura y el caos, la intuición y la lógica, el concepto y la ejecución, el espíritu lúdico y la formalidad, el control y la libertad”. (Mootee, 2014. p. 31)

Según Mootee (2014):

“El design thinking ayuda a estructurar las interacciones de equipo para cultivar una mayor inclusión, fomentar la creatividad, profundizar la empatía y alinear a los participantes en torno a objetivos y resultados concretos. La humanidad ha sobrevivido hasta ahora porque sus miembros saben trabajar bien juntos, comunicarse, mostrar empatía, prever, comprender e intercambiar. El design thinking es un reflejo de estas capacidades”. (p. 63).

Lo más importante de esta metodología es que:

Al final de todo el proceso, sin desmeritar lo que el proceso es en sí y su gran valía, se genera un resultado tangible, que podría ir desde la solución de un problema, optimizar un proceso, hasta nuevos productos o servicios.

Langenfield, K. (2019), describe las etapas del design thinking de la siguiente manera, tener como prerrequisitos el disponer de tiempo para completar las fases de todo el proceso, y que el equipo de trabajo sea interdisciplinario e interactivo. ( p. 153-184)

 

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