Hoy en día, los candidatos deben ser tratados como clientes potenciales. La experiencia durante el proceso de selección influye en su percepción de la empresa y su decisión de unirse o no. Desde el primer contacto hasta la oferta final, es esencial que las interacciones con los candidatos sean claras, respetuosas y transparentes. Una experiencia positiva no solo mejora la tasa de conversión de candidatos, sino que también refuerza la reputación de la empresa como un lugar atractivo para trabajar, lo que facilita la atracción de talento en el futuro..