Se fundamenta en la confianza y en la apertura
La retroalimentación en tiempo real está reemplazando los tradicionales ciclos anuales o semestrales de evaluaciones de desempeño. Esta tendencia surge de la necesidad de tener una mayor agilidad y transparencia en los procesos de retroalimentación, proporcionando a los trabajadores información inmediata sobre su desempeño, lo que permite hacer ajustes rápidos y seguir mejorando de manera continua. Este enfoque fomenta una comunicación abierta y constante entre los trabajadores y sus jefes inmediatos, favoreciendo la cultura de colaboración y crecimiento.
La retroalimentación en tiempo real puede darse de forma formal e informal, y se caracteriza por ser inmediata, concreta y orientada a soluciones. Las herramientas digitales y plataformas colaborativas facilitan esta comunicación constante y permiten mantener registros de las conversaciones para un seguimiento más detallado.
Fomenta una cultura en la que se valore y espere la retroalimentación continua. Esto implica que los supervisores ofrezcan feedback de forma regular y no esperen a una evaluación formal para comunicar puntos clave. Los trabajadores deben poder pedir retroalimentación si lo consideran necesario.
Fomenta un entorno donde tanto los jefes como los trabajadores puedan intercambiar retroalimentación sin temor. Para que la retroalimentación en tiempo real funcione, debe existir confianza entre ambas partes y disposición a mejorar continuamente.